22 enero 2005

Sobre los Pendejos y la Fuerza

Debido a los trabajos a marchas forzadas para terminar los nuevos tramos de los 2os pisos del Periférico, esta noche tuve amplio tiempo en el camino a casa para reflexionar sobre la estupidez humana.

Ignoro si está en la Carta de los Derechos Humanos, pero creo que todo hombre o mujer tenemos el derecho inalienable de cometer estupideces y pendejadas.

El problema radica con aquellos que abusan de este derecho.

  • El que se pasa un alto como el borras y todavía te mienta la madre por que casi chocas con él.
  • El del carril de junto en el distribuidor vial, que no te deja pasar cuando se reducen los carriles.
  • El o la que cruza mal la calle, casi lo atropellas -- y se ríe. Bueno, este último es más bien un naco, pero eso es tema de otro post.

Estas son estupideces que todos cometemos casi todos los días -- Sí, querido lector o lectora, reconoce que has cometido las tres burradas arriba mencionadas.
Yo también.
Es parte de nuestro derecho.

Pero, ¿qué hay de aquellos personajes que se envuelven en su estupidez cual Ana Guevara en la Bandera Nacional después de ganar en las olimpiadas?

Aquellos seres que parecen ufanarse de su estupidez, retando al mundo, diciendo "soy estúpido, y hazle como quieras".

En la Guerra de las Galaxias se manejan los conceptos de el "lado brillante" y el "lado obscuro" de la Fuerza.
¿La Estupidez será el Lado Obscuro de nuestra era?¿El sentido común el Lado Brillante?

Yoda nos dice que "seductor, atractivo, fácil", es el camino que conduce al Lado Obscuro.

Hace unos pocos milenios, cuando alguno de nuestros antepasados salía a cazar, o recolectar bayas, si se atarugaba, se lo comía un león dientes de sable.

Esto mantenía a niveles razonables el lado obscuro de nuestra humanidad.

Con el avance de la tecnología, se ha prolongado la expectativa de vida del ser humano.

Hoy en día, ya no contamos con el dientes de sable para mantenernos abusados y ágiles como especie.

Y los seres obscuros nacen, crecen y generalmente alcanzan a reproducirse antes de que sean atropellados al cruzar mal la calle.

Como otras tantas cosas en la naturaleza, el hombre ha creado un desbalanceo capaz de destruirlo.

La estupidez ha ocasionado la desaparición de razas enteras --la sociedad en la isla de Pascua (recordar esculturas gigantes de cabezas) se vino abajo cuando tiraron el último árbol para armar andamios y estructuras para elevar dichas esculturas.
Los inuits (esquimales) prosperaron con soluciones elegantes para sobrevivir en climas extremadamente fríos, mientras que los primeros colonizadores nórdicos de Groenlandia desaparecieron después de que se echaron todos los árboles para producir hierro, supuestamente una tecnología más avanzada que lo que pudieran tener los inuits.

En épocas modernas, tenemos una depredación masiva de nuestros recursos naturales, tenemos millones de personas adictas a vicios que saben que les hacen daño, tenemos a George W. Bush, ejemplo del triunfo de la paranoia y el miedo; dependemos de gobernantes, y compañeros que salen una y otra vez de "No te preocupes, lo tengo resuelto... ¿qué crees? Tienes este problema".

Curiosamente, parece ser que cuanto más estúpida e insegura es la persona, más intransigente y grosera es hacia la gente que está debajo de ella en la organización --familia, trabajo.

¿Un acercamiento a nuestros orígenes cavernarios? Piensa en el perro que gruñe y muestra los dientes cuando otro se acerca a su plato de comida.

Vuelvo a citar a Yoda: "El miedo lleva a la ira. La ira lleva al odio. Y el odio conduce al sufrimiento".

Ayn Rand habla en su novela "Atlas Shrugged" (creo que en español se llama "La Huelga") sobre los motores y soportes de la sociedad, empresarios y científicos, que tienen una ambición válida, y cómo son temidos, extorsionados y repudiados por la misma sociedad que tanto necesita de ellos.


Scott Adams satiriza en su tira cómica "Dilbert" la estupidez corporativa, y nos causa gracia. Lo deprimente, es que su inspiración son anécdotas reales de empresas reales y supuestamente "exitosas".

No es cosa de decir "matemos a los estúpidos"... esa es una solución estúpida.

Se trata de no tolerar las estupideces de nuestros gobernantes, cambiar nuestros pequeños hábitos estúpidos (pasarse los altos, no mostrar cortesía a los otros conductores, etc.)

Se trata de reconocer y premiar el sentido común, tanto en nuestros gobernantes como en nosotros mismos.
Se trata de aprender de errores pasados --Isla de Pascua, Groenlandia-- para evitar repetirlos a una escala planetaria.

Demos paso al lado brillante de la Fuerza.

Post data: Bondarenko tiene una reflexión interesante sobre los p*ndejos, como él los nombra.

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