Ambas son incapaces de guardar un secreto.
La intención marca la diferencia
La persona indiscreta carece de la prudencia elemental de que existe información que no debe ser compartida.
Puede causar mucho daño sin darse cuenta, al publicar hechos confidenciales o potencialmente escandalosos.
Pero no hay mala intención en esa divulgación de información
En cambio, el chismoso tiene plena conciencia del valor de la información en su posesión, ya sea para afectar a alguien y sacar un provecho real o imaginado.
No tiene empacho en alterar la información diciendo verdades a medias, poniendo frases fuera de contexto y hasta "metiéndole de su cuchara", mezclando su opinión de los hechos con los datos reales.
Taxonomía
Otra vez partiendo de la motivación, identificamos tres grandes rubros chismológicos:
- "Comunica" para sacar provecho -- tiene un objetivo
- Disfruta las narrativas que arma, utilizando hechos, personas, opiniones y fabricaciones para formar una historia entretenida para él y su audiencia
- La comunicación es parte de la crítica que se le hace al sujeto
Hábitat
Desafortunadamente, a veces estas personas son cercanas a uno, y en ocasiones resultan seres queridos, lo que dificulta el capotearlos.
En una ocasión posterior veremos cómo manejarse ante un chisme o indiscreción.
Por lo pronto me están llamando por teléfono, con un chisme buenísimo.
1 comentario:
Te voy a contar algo, pero no se lo vayas a decir a nadie. Roberto no lo sabe, pero el proximo lunes su jefe le va a llamar para anunciarle que.... :-)
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