Antes de partir
La decisión de emigrar se dio a lo largo de un proceso que duró poco más de una década -- a mediados de los noventas aplicamos y nos aceptaron, pero por las circunstancias y nuestros miedos, no dimos el brinco. Sin embargo, el germen de la idea, el "gusanito" permaneció en nuestras mentes durante todos esos años, hasta que varios eventos del dominio de la sociedad mexicana funcionaron como catalizador para aplicar nuevamente.
A lo largo de los tres y pico años que duró el trámite, hubo momentos en los que Sweetie Pie y yo nos cuestionábamos si las dificultades que surgían en el trayecto, eran pruebas para asegurar que íbamos bien, o señales que nos indicaban que íbamos por el camino errado.
Va en serio: Ahora o nunca
Cuando nos dieron la visa, nos preguntamos - ¿Ya no es el momento? ¿podré encontrar trabajo en un entorno donde nadie me conoce? ¿qué tan difícil será para las niñas ajustarse? ¿vamos hacia un mejor lugar o nos estamos dando por vencidos con la situación en México? No éramos las mismas personas que cuando empezamos el trámite.
Con parentela y amigos, hubo de todo - desde quien nos felicitaba emocionado y brindó todo el apoyo, hasta quien proyectó sus temores enumerando las mil y un razones por las que es una pésima idea.
Cuando por fin nos dieron la visa, creímos haber pasado la parte complicada - en realidad fue simplemente engorrosa, lo complicado vino después.
2 comentarios:
y luego que paso después?
cuenta Won-Tolla!!!
muchos tenemos esa misma cosquillita, yo desde el 2004 a Nueva Zelanda.
Lo complicado fue tomar la decisión,lo demás es mas fácil. ¿Quien querría irse tan lejos? Eso si complicado, dejar todo ¿ Y luego?
Saludos
Publicar un comentario