17 abril 2005

Señor, dame paciencia... ¡pero en este momento!

Resulta chistoso cómo puedes pasar de estar controlando las ganas de darle un buen tatequieto a los escuincles a estar controlando las ganas de soltar la carcajada.

Estamos cenando, las niñas en esa etapa de la niñez (o de la femineidad, aún no decido cual) donde llevan risa y risa todo el día. Sweetie Pie y un servidor emulando al patriarca Job, pero ya al límite de nuestra paciencia. Finalmente, me impaciento, y muy indignado mando con fuerte voz a the Squirt a cenar a la cocina.

Muy quitada de la pena, agarra su plato y como parting shot, se va cantando como el burrito:

"Estooooooyyy soliiiiiiiiitaaaaaaa...."


Fue demasiado. 2 minutos después (lo que tardamos Sweetie Pie y yo en dejar de reir), está de regreso cenando con nosotros.

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