La práctica del Aikido maneja muchas repeticiones y requiere concentración de ambas partes, para que los dos aprendan. Normalmente se maneja al inicio por pasos, luego se mete un poquito más de velocidad y energía, y finalmente se busca un solo movimiento fluido y armonioso de las dos energías.
Hoy fue una clase muy divertida; practicamos Kote Gaeshi como respuesta a un ataque Yokomen Uchi (golpe lateral al cuello o cabeza).

Varios intentos después vimos que si controlas el codo desde un principio, con un movimiento ágil, se logra someter a Uke.
Después de mostrarnos maneras de lidiar con un ukemi gandallita (incluyendo atemi, el golpe o finta para desequilibrar), Sensei comentó que para el caso del brazo recogido, lo mejor es dejar a Uke en el piso, soltarle, alejarse y esperar a que se levante nuevamente.
Se podría argumentar entonces que la técnica no fue efectiva, pues no inmovilizaste al atacante. Sin embargo, recordemos que el objetivo es neutralizar su ataque, no lastimar a Uke.
El ejemplo más claro que tengo de esto es mi hija cuando tenía 10 años, le enseñé cómo soltarse de una sujeción de muñeca con nikyo.
Unas semanas después me dijo "Papá, hoy un niño en la escuela estaba molestando y me agarró del brazo. El truco que me enseñaste, sí funciona".
La pequeña se soltó, evitó que la molestaran, el mocoso ladilla salió ileso y dejó de molestarla.
La técnica cumplió el objetivo.
Foto de Kote Gaeshi por Won-Tolla
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