Ya había estado de paso en esa gran ciudad, pero no había tenido oportunidad de conocerla un poco más a fondo.
Fue divertido durante el trayecto del aeropuerto al hotel, reconocer diferentes lugares de la ciudad que antes solo había visto en películas.
Estuvo simpático que antes de partir, medio mundo me recomendara visitar esto o aquello, ir al teatro, patinar en Rockefeller Center, etc. sin considerar que el viaje era de chamba, en realidad habría muy poco tiempo para hacerle al turista, máxime que aún hacía bastante frío, y que a las cinco de la tarde ya anochecía.
Afortunadamente siempre he disfrutado caminar, y a eso me dediqué los ratos que tuve libres, saliendo bien forrado contra el airecito neoyorquino.
Hay vistas verdaderamente imponentes, y en más de una ocasión me quedé boquiabierto por algún imponente rascacielos, o las luces neón de Times Square.
Times Square - Hipnótico
Lo más interesante de cualquier lugar que visites siempre es la gente, y el neoyorquino se pinta solo, desde el ejecutivo que camina con paso veloz a una reunión, hasta el indigente que se refugia en el portón de una iglesia, sin omitir a los fanáticos que se aglomeran y toman fotos de una stretch limousine, esperando captar un vistazo de alguna celebridad.
Como quien no quiere la cosa, estuve al pendiente con mi cámara por si se me hacía ver al Hombre Araña columpiarse entre los edificios. Tristemente, a cinco grados bajo cero, el arácnido prefirió no asomar sus telarañas, y no lo culpo.
No es mi máximo de ciudad, pero debo regresar algún día bien acompañado y con más tiempo, para saborear un poco más de la gran manzana.
Aquí pueden ver las demás fotos que tomé.
Aclaro que en ningún momento tuve la inclinación, antojo, impulso o deseo de cantar, silbar o tararear "New York, New York".
1 comentario:
New York es una ciudad de fuertes contrastes. Es correcta tu observación del contraste entre el indigente en el portón de la iglesia y el ejecutivo trajeado. Te diste cuenta que no hay niños? Veo New York y recuerdo la máquina de Metrópolis devorando gente (te diste cuenta que la gran mayoría son gente jóven?) para seguir funcionando. Ciertamente hipnótica, produce la misma fascinación que a los insectos los lleva a revolotear peligrosamente alrededor de la flama.
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